Goleó 4-1 a Instituto y avanzó en la Copa Argentina. Al equipo de Gallardo le costó más de lo que marcaron las cifras definitivas. Alario y Enzo Pérez, con dos golazos, destrabaron la historia.
por Juan Miguel Alvarez
Más allá de lo que se dijo en la previa y de las cifras finales, no fue un paseo de River en Mar del Plata. Necesitó de la inspiración en la definición, con golazos de Alario y Enzo Pérez, para quebrar un desarrollo más nivelado que lo esperado. De todas maneras el equipo de Marcelo Gallardo justificó su triunfo en el complemento, cuando Instituto bajó la guardia, y con el 4-1 en el José María Minella avanzó a los octavos de final de la Copa Argentina de fútbol. Su próximo rival saldrá de la llave entre Defensa y Justica y Temperley.
Si alguien pensó que el partido era un trámite para River, estaba muy equivocado. Necesitó de la jerarquía frente al arco, sobre todo en el momento más apremiante, cuando apareció el hombre de los goles importantes: Lucas Alario.
Pero estuvo lejos de lo que se espera de su juego y mantuvo las dudas en el sector izquierdo de su defensa, dos cuestiones que deberá mejorar para la Súperliga y las instancias decisivas de la Libertadores.
La buena: Enzo Pérez, que entró en el mejor momento del equipo, empezó a demostrar que puede ser un refuerzo muy importante.
Instituto, con menor rodaje, planteó un partido a su conveniencia: se agrupó bien para defender, interceptó varios pases con River desacomodado -también cortó mucho con falta- y atacó con velocidad por las bandas, sobre todo la derecha.
La necesidad de un pase filtrado para romper líneas se hizo indispensable para River. Y sin Ariel Rojas, dependió de la inspiración de “Nacho” Fernández, que pocas veces pudo lanzar un pase vertical. Así, solo logró profundidad en un par de oportunidades por la izquierda, con las apariciones de Gonzalo Martínez.
La ventaja la logró por ese sector, pero paradójicamente cuando el “10” ya no estaba en la cancha: fue expulsado a los 38′ por una fuerte “plancha”.
Fernández llegó hasta el fondo y tocó atrás para Alario, quien controló en la medialuna del área y sacó un fuerte derechazo cruzado para terminar con su sequía goleadora.
A la postre, Instituto desperdició una oportunidad inmejorable en el inicio del complemento. Casco perdió la pelota en la salida y Castelli quedó solo frente a Lux, pero permitió el desvío del arquero.
Instituto debió salir del libreto y River mejoró en la circulación, sobre todo a partir del ingreso de Enzo Pérez, ya en igualdad de condiciones por la roja directa a Facundo Agüero minutos antes. El ex Valencia hizo un golazo a minutos de su ingreso: recibió un pase atrás de Jorge Moreira por derecha y le pegó de primera fuerte al palo más lejano.
Una falla de Pinola permitió el descuento de Olego, pero la ilusión le duró segundos al equipo de Córdoba. Porque el “millonario” lo liquidó con un cabezazo bárbaro de Maidana y con el debut goleador del colombiano Santos Borre.
River pasó una prueba para nada sencilla. Pero todavía tiene mucho para mejorar de aquí en adelante. Tiene cosas importantes en juego y con esto será difícil que le alcance.